Con qué ilusión creíamos en la democracia, esa que se tenía que consolidar, y seguimos esperando más de tres décadas, esa democracia que soñamos muchos y ninguno ha visto.
Hoy la libertad de prensa se reduce a algún que otro destello, que los poderes permiten, porque ya no pueden con la fuerza invisible de un pueblo engañado por inútiles que gobiernan.
Enseñando religión para que no creamos en Dios. Dios es demasiado grande para que lo enseñen catetos, ahí se pegan todos los inútiles, que se arriman a los poderes para medrar. Dios es un sentir, no una verdad establecida. Que la verdad no se establece, es.
Hace unos treinta años, le escribí a un ministro de educación, planteándole si sería posible que el baile fuera una asignatura, ni se dignó responder.
Hoy, qué diferente sería nuestra España si aquellos sueños se hubieran puesto en marcha.
La barbarie de la dictadura, no nos ha abandonado del todo.
El silencio de los medios, sobre lo que ha pasado hoy en Salamanca, es una muestra de que la prensa está sometida a otros poderes.
Solo se está hablando de lo que no está pasando.
Qué triste hacen la vida para todos y para ellos,los que su único sueño es creerse lo que son sin darse cuenta que podían ser, pero no. Son esclavos de su mala educación.
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