lunes, 17 de febrero de 2020

UNIDAD UNIVERSAL

Dos ruedas se entrelazan
para hacer mover la noria.
La fuerza del animal,
hace que gire ella toda
hasta agotar el manantial.
Que regando da su vida,
y recibe lo que da.
Porque así en el Universo,
círculos de la unidad,
siendo las vidas todas
símbolos de eternidad.
Cada uno con su rueda,
es parte del mismo plan,
unidad universal.

Como el agua que en la lluvia,
sube y baja en su rodar.
Siendo la misma de siempre,
muere y nace sin parar.
Así nuestro caminar.
Yendo y viniendo aprendemos
el ritmo del corazón.
El eje que da respuestas,
es amor sin condición.
Y nunca se hallará fuera,
la esencia que no nació.
Lo que no ven nuestros ojos,
al intuir ya sabemos,
la intuición es interior.

De tantas vidas vividas,
solo recuerdos son círculos.
De árabes vengo, intuyo.
Y es la intuición la que vale.
Más valor que la razón,
el gran símbolo de amor,
al saber del corazón.
Que siempre ayuda a la ciencia,
el poder de la conciencia,
en el eje de la rueda
se desgasta la materia.
Los destinos nos recuerdan
una vida dando vueltas.

viernes, 14 de febrero de 2020

OCÉANO DE LUZ

Este afán de olvidarte
te hace más pesada.
No eres amada, sí temida.
Amada es la carcasa,
lo esencial se olvida.
Todo viene de la luz
a donde vuelve la esencia
a fundirse en su océano
que en la luz recuerda,
y quizá tome conciencia
que dejó atrás sus errores,
errores que le esperan.
Y vendrá con la luz,
polvo de estrella.

Para volver a empezar,
la memoria se ausenta
por la contaminación
de cuanto le rodea.
Y el alma se comprime
en la ignorancia inmensa.
De su infinitud
no participa lo que suelta.
Cuando vuela a los cielos
todo y nada se lleva.
Siendo energía celeste en la Tierra,
lo que se halla aquí
no ha de ir a la vuelta
si no es polvo de estrellas.

jueves, 6 de febrero de 2020

MEDITAR ES TRABAJAR

Y me dejó con miedos.
Esa sombra que no se diluye
sin saber por qué.
Pienso que es la luz
la que produce la sombra
que  comenzó a confundirme
cuando él se fue.
La sombra se quedó conmigo.
Esos temores, esas dudas
que no soy capaz de discernir.
¡Qué rápido pasa todo!
La ausencia, el vacío...
¿Por qué siento que me falta tiempo?
¿Tiempo para qué?

Si él ya es luz
que no necesita tiempo.
El tiempo es cosa de hombres.
Y él va a la eternidad.
Yo aquí dejo los miedos,
que el destino decidirá.
Cuando se pierde un camino,
hay que volver a empezar.
Poco ha de mirarse atrás,
que hay una cruz en el cielo
que vale la pena buscar
con los ojos entre abiertos
se contempla al meditar.
Y en nuestro interior hay paz.