Este afán de olvidarte
te hace más pesada.
No eres amada, sí temida.
Amada es la carcasa,
lo esencial se olvida.
Todo viene de la luz
a donde vuelve la esencia
a fundirse en su océano
que en la luz recuerda,
y quizá tome conciencia
que dejó atrás sus errores,
errores que le esperan.
Y vendrá con la luz,
polvo de estrella.
Para volver a empezar,
la memoria se ausenta
por la contaminación
de cuanto le rodea.
Y el alma se comprime
en la ignorancia inmensa.
De su infinitud
no participa lo que suelta.
Cuando vuela a los cielos
todo y nada se lleva.
Siendo energía celeste en la Tierra,
lo que se halla aquí
no ha de ir a la vuelta
si no es polvo de estrellas.
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