A la musa le gusta el optimismo.
El duende se nutre de alegría,
para crear propio paraíso.
Las hadas lo llevan en su Todo,
para esos que se paran a admirarlas.
El amor se agrada en el reposo
que el espíritu controla con su gracia.
Por encima del gozo y del dolor,
leyes divinas nos amparan.
Sabiendo leer en nuestro cielo
estando azul, blanco, gris o negro.
Por encima de todo, El Universo,
que dentro de nosotros es.
Ha sido el espíritu el primero
y todo lo demás son suplementos
al servicio de la esencia,
que es la vida, la fuerza...
El movimiento, controlador de elementos.
Amor de amores que se esconde
con la verdad de lo intangible,
que solo se puede sentir
cuando se quiere buscar.
Y en las profundidades de nuestro ser interno.
donde el ser nunca envejece.
El duende se nutre de alegría,
para crear propio paraíso.
Las hadas lo llevan en su Todo,
para esos que se paran a admirarlas.
El amor se agrada en el reposo
que el espíritu controla con su gracia.
Por encima del gozo y del dolor,
leyes divinas nos amparan.
Sabiendo leer en nuestro cielo
estando azul, blanco, gris o negro.
Por encima de todo, El Universo,
que dentro de nosotros es.
Ha sido el espíritu el primero
y todo lo demás son suplementos
al servicio de la esencia,
que es la vida, la fuerza...
El movimiento, controlador de elementos.
Amor de amores que se esconde
con la verdad de lo intangible,
que solo se puede sentir
cuando se quiere buscar.
Y en las profundidades de nuestro ser interno.
donde el ser nunca envejece.