martes, 21 de abril de 2009

SURGIMIENTO DE CONCIENCIA

foto sacada de http://static1.mundoanuncio.com/img/2008/10/9/11657160371.jpg

Hoy a golpe de uña en BAILANDO EN LA LUZ, de Shirley MacLaine (ed. Plaza & Janes Editores, S.A.), este precioso párrafo nos dice lo siguiente en su página 120

De modo que, aunque todavía había muchas cosas con las que estaba de acuerdo y me sentía atraída hacia el activismo sociopolítico del momento, comprendía también que el único cambio que podía efectuar realmente era el cambio dentro de mí misma. Allí era donde me proponía crecer y progresar. De modo que comencé a alejarme de los movimientos sociales y políticos. También ellos parecían cambiar a medida que cada individuo trataba de alcanzar su propia comprensión personal. Ese surgimiento de conciencia espiritual fue, por consiguiente, una prolongación natural de todo lo que había explorado previamente. Había viajado por el mundo, vivido entre diferentes culturas, sido activa en movimientos políticos y, a pesar de mi búsqueda de la perfección, era una persona feliz y realmente no me preocupaba demasiado por nada. Psicológicamente era complicada, y probé diferentes terapias mientras buscaba dentro de mí misma. Pero lo que ahora anhelaba era algo más profundo, más intenso. Necesitaba una respuesta, una respuesta superior a lo que, intuitivamente, sabía que era la base de la identidad. Entonces, eso se convirtió en una cuestión espiritual, una cuestión que solamente podía proseguir en términos de una continua autobúsqueda.

Explico todo esto porque causó un profundo efecto tanto en mi forma de actuación como en mi modo de vivir.

Comencé a trabajar con principios y técnicas que guardaban relación con el reconocimiento de que la mente, el cuerpo y el espíritu estaban entrelazados. De hecho, muy pronto me convencí de que mi mente y mi cuerpo estaban controlados por un espíritu sano. Me di cuenta de que yo era esencialmente un ser espiritual, no un ser compuesto por mente y cuerpo. Mi cuerpo y mente fluían de la conciencia de mi capacidad espiritual.

Las actividades negativas, el miedo y la ansiedad, eran actitudes de la mente resultantes de no sentirme bien en mi espíritu. Cuando no me hallaba a gusto con algo, éste no fluía. estaba bloqueado. Comencé a darme cuenta de lo que significaba disease (1).


(1) Aquí la autora juega con el término inglés disease, que significa enfermedad, pero que, etimológicamente, quiere decir falta de tranquilidad.

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