Para los cuerpos sudados
la felicidad era agua.
Para los cuerpos cansados
y muertos de sueño,
la felicidad era cama.
Ganaron la guerra
sin querer ganarla.
Recibieron por ello,
zozobra en el alma,
esclavitud e ignorancia.
Calores en veranos recios
y en invierno la escarcha.
Miseria y disgustos
no mellan la esperanza,
la risa y la casta.
La sed en verano,
la felicidad del agua
al paso por las fuentes,
o al llegar a casa,
donde el cuerpo descansa.
Así la vida entera
y amenazan con volver.
Los que mandaban entonces
quieren volver al poder.
Ellos son los ganadores.
Ellos son la misma casta
de lo que aparentan ser,
y no saben ser nada.
Todos perdemos la guerra
y solo el diablo la gana.
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