Quiso que el destino decidiera,
y el destino decidió por ella.
Se fue por la mañana
como si fuera a volver,
pero todos, y ella también,
sabíamos su cambio de destino.
Rezaba para que Dios la ayudara
y Dios la cambió de lugar.
Ella quiso que decidiera Dios,
y se la llevó una caída.
Entre Dios, caída y destino,
decidieron por ella que quiso.
Apeló a poderes ocultos.
Se fue por la mañana,
después de tarde dura y noche oscura,
llegó la mañana clara.
A otro destino
por donde nos lleva el mismo.
Equipaje invisible y denso.
Cargada de desengaños
Llena de miedos y dudas,
sin abandonar la lucha
que en ella se abandonó.
Por la paz con su amargura.
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