Empresas y más empresas,
para engañarnos mejor.
Después de setenta años,
engañados de traición.
Con esa cara de inútiles,
mientan bien o mientan mal.
Tantos en sus laberintos,
por entrar en su espiral.
Empresas para tapar y taparse.
Y seguir rizando el rizo.
Sin dignidad ni vergüenza,
nos gobiernan los chorizos.
Van sembrando dependencias,
en los que han deprimido.
Sin poderse defender.
Esclavos de los bandidos.
Entre esclavos y caciques,
llevamos setenta años.
Sin ningún esfuerzo suben,
a las alturas villanos.
Ni una guerra deja a España,
que huyen hasta los pájaros.
Y en el año que nos espera,
llena de empresas y amos.
Con las mano en la masa,
la disculpa siempre a mano.
Por absurda que esta sea,
su talento queda intacto.
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