Ya se han ido las cigüeñas
con sus crías a otros lugares.
Ya mostraron sus ensayos.
Precioso ensayo en el aire.
Nos quedan los parlamentos
de gorriones pardillos,
que también las golondrinas,
han abandonado los nidos.
Y aquí quedamos los viejos,
los que no nos hemos ido.
unos con las alas rotas,
otros pegados a sus nidos.
Mi mente puede volar
con la fuerza de mis sueños.
Y mi energía se revuelve
estando en este destierro.
Vine a leer este libro,
que ya lo tengo leído.
Y ya me aburre el repaso,
solo tengo lo que escribo.
Tengo cansada la vista
de tanto mirar y no ver.
Por eso cierro mis ojos,
para iluminar mi ser.
Alas rotas por la guerra,
poco oír y poco ver.
Para bien y para mal,
las alas no hay que romper.
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