Ahora nos dicen, "échale huevos y dale la vuelta a la tortilla".
Para hacer tortilla hay que tener huevos.
En la posguerra dicen que se hacían tortillas sin huevos. Yo nunca lo vi. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin nuestras gallinitas? Por más vueltas que le doy, no alcanzo a imaginar una tortilla sin huevos. Pero como el ingenio es un pozo sin fondo, ¡Ale! a avivar el ingenio. Que más estudia un necesitado... que cien letrados.
Que se cuadran los astros..., dale la vuelta a la tortilla. ¿Que no hay huevos? Siempre hay una Esperanza que está en todas partes, y con huevos o sin huevos le da la vuelta a la tortilla como nadie.
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