martes, 7 de febrero de 2017

¿HACIA DONDE VAMOS?

Mateo 21-22. "Todo lo que pidiereis en oración, creyendo lo recibiréis". Siempre que no existan impedimentos de orden superior y siempre que su consecución sea positiva y no perjudique a nadie. Añaden los que han conseguido entablar esa relación amorosa con lo intangible.
Y yo pienso que quizá venimos a este mundo a aprender, sin saber la causa. que tenemos que conseguir esa relación con lo divino. Quizá sea por haberla perdido, por alterar el orden establecido.
Se puede pedir cualquier cosa que necesitemos, pero no las que creamos necesitar.
Hay momentos para callar y momentos para hablar. Momentos para soñar, y los sueños son proyectos mientras la vida transcurre y te lleva por otros derroteros.
Repitiendo las historias, camina la humanidad. Da vueltas al laberinto sin saber a donde va, sin aceptar su destino, que escapa a su comprensión que el viejo vuelva a ser niño, si busca en su corazón resumen de lo vivido, y lo sabe asimilar, desde el final al principio, puede sentir en lo vivido, el impulso de aprender, que hasta el final del camino tiene el hombre que aprender.
Por propia experiencia sabe, lo que no supo saber, por lo que enseñaron otros, lo que quiere enseñar él, a quien no quiere aprender por no pararse a entender lo que no puede probarse.
¿Quien va a enseñar a ser viejo? ¿Quien va sentir la vejez? Muchos antes ya lo han dicho, y yo ahora ya lo sé.
Tratando de empatizar, qué poquito conseguimos. La sabiduría de la vejez en un resumen vivimos.
Por escasos que hayan sido, los placeres de la vida, ellos son los paliativos, si el placer es alegría de llegar a la vejez con la conciencia tranquila. con ropa limpia y comida, con un poquito de arte, no importa que sea finita, la que sostiene a la infinita.
De los pecados habidos, el arte de la bondad. Lo que se debe al destino, el destino cobrará.

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