nuestro gato Luna.
Felices todos al contemplarlo.
Mi presencia lo despierta,
y me ofrece un maullido.
Feliz cambia de postura
cuando abre los ojos complacido.
La cabecita entre las manos,
por encima del hocico.
Me mira interrogante
antes de cerrar sus ojitos.
Y sigue durmiendo
si no le rasco cabeza y cuello.
Se siente protegido.
A veces se siente tigre,
a pesar de las fatigas y los años.
A pesar de la huida y el secuestro,
o tal vez por eso.
Su mente ha sabido procesar
la dulzura que ha ido ganando.
Y es feliz porque le quieren.
Superados malos tratos.
Cara de nácar y oro,
le digo al mirarlo.
Sigue con la mirada
al moverse mi mano,
como si estuviera leyendo
detrás del bolígrafo.
Vida es amor y verdad.
Verdad que se esconde en lo irreal,
cuando lo real no puede mostrar
la inducción de la crueldad.
Seres inferiores mostrando bondad,
que el hombre se pierde
en su afán de poder.
Y el poder le pierde
en su <
Los bienes ajenos,
sin hambre ni sed,
no codician ellos.
Qué amor más sincero.
Su teatro es,
revolcarse en el suelo,
echarse a mis pies.
subirse en la escalera,
tumbarse al revés,
para que me ría,
y lo anime a seguir
en su algarabía,
nada que decir.
Solo que la vida
le hace ser feliz.
Y la paz que siente
me la pasa a mí.
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