PAZ PARA OLVIDAR

La memoria histórica no se ha hecho para humillar a los descendientes de los que traicionaron como Judas sin conocer a la mano ejecutora, que siempre es doble traidora. La memoria es para no repetir lo que desgraciadamente ya se ve que estamos repitiendo. El traicinador engaña casi siempre al traidor, como al parecer se engañó a Judas, primero ocultando el alcance de su crueldad, y negándole el encumbramiento prometido.Solo fue cierto en la traición de Judas las treinta monedas que él rechazó porque no era eso lo que pretendía y el traicionador siempre lo sabe. Al no conocer la historia, los españoles vamos a repetirla en esta misma década, que ya empezó con una pandemia, o como le quieran llamar a este follón