jueves, 8 de mayo de 2014

DOSCIENTAS MARGARITAS

Una manada de cerdos en un jardín de margaritas, no saben  que las margaritas no fueron hechas para comer. Que Dios no quiere que las margaritas sean comida de cerdos porque no le conviene a éstos comer lo que no es comestible.
La humanidad entera es una, con un fin común que trasciende a lo comprensible. Pero que todos somos parte del plan de Dios es fácil de comprender si se tiene el coraje de pensar en ello con libertad y desapego.
Cuando no puedo hacer otra cosa, rezo al Dios de todos los hombres.

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