Con gobiernos, o sin gobiernos, el pueblo está saturado de palabras engañosas, de promesas, de teatros, de miedos y de fracasos.
¡qué hartura nos dan los medios!¡Qué hartura sin decir nada! Para bien o para mal, ni gobiernan, ni se van. Ni dejan que otros gobiernen de una forma diferente, donde la paz sea posible, y no mueran inocentes, por vicios de poderosos que ponen cara de pena para engañarnos a todos, cuando ocurre la tragedia, si es cerca de nosotros. Mientras negocian las guerras, donde muere la esperanza. Que en la sangre de los niños, se ahogan cuerpos y almas.
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