El niño Baltasar con su hermana Damiana, que en el siglo XIX, un rayo los dejó huérfanos de padre. En la gran pobreza que asolaba el país, por el exceso de población en una España poco desarrollada, en este Oeste de pedrenales, a la orila de Portugal. Caminantes por necesidad, peregrinos que suvsisten acarreando pan. Van a veces a quince Kms. En esta época se va a comprar en el vecino país. (En mi infancia y juventud, se vendía), y eran los portugueses, (algunos niños), en pleno siglo XX, los que venían a buscarlo.
En aquellos tiempos, la horfandad y el hambre obligaba alos niños a estar todos los días en el camino.
Damiana tenía tenía siete años, y Baltasar más o menos cinco.
La frontera vigilada por el Cuerpo Nacional de Carabineros, era como un hormiguero, pero los niños no estaban protegidos,porqueos adultos, con tantas calamidades y miserias, estaban más atentos a sus desventuras que a las de los demás, aunque siempre había momentos para la compasión, y personas capaces de ayudar a las criaturas, había mucha brutalidad y dureza, producida por la carencia. Siempre la descompensación de los extremos que siempre se tocan. Si los que carecían de medios, se les endurecía el corazón, los que no carecían de nada, se lo endurecía el miedo a perder todo aquello que tenían.
Los niños crecieron así se iban incorporando a otros trabajos, como cultivar la escasa y dura tierra que los poderosos dejaban por improductiva, para que los pobres engañados, por no decir obligados por las circunstancias, a trabajar con doble esfuerzo, para quienes les arrebataban el producto de su trabajo. Com todos los nacidos sabemos que ocurre.
Baltasar y Damiana, como muchos, antes y despues, hacían largos caminos a Portugal y también a Fuenteguinaldo donde se concentraba el sector servicios, como era el comercio.
Las ferias de ganado principalmente. Entre otras, las más importantes eran las de San Bartolomé, (en la actualidad sigue siendo las fiestas mas importantes del pueblo) y la de Abril y Noviembre. también se recorrían los caminos a moler en los molinos que se asentaban en las márgenes de los ríos y riveras.
Baltasar creció junto a su hermana, su madre y el segundo marido de ésta, que era el mayorde unos cuantos hermanos. El más pequeño de estos se casó con Damiana, al aceptar ésta la propuesta del marido de su madre.
El joven Baltasar, no veía futuro en estas pobres tierras, y al casarse la hermana, decidió ir en busca de una vida mejor. Desde Alberguería se fue caminando hasta Espeja, para cojer el tren de la esperanza que le llevaría a Cataluña donde se hizo carabinero y fue en Gerona donde conoció a María con quien formó una familia. Y a su añorada tierra solo volvió un par de veces o tres. Pero siempre mantuvo contacto con los que dejó, mandando felicitaciones por Navidad y escribiendo de vez en cuando y mandando lotería, manteniendo siempre la ilusión que trasmitió a su hijo, y pasó a su nieta y bisnieta.
martes, 20 de abril de 2010
jueves, 15 de abril de 2010
LA ALQUIMIA DEL ALMENDRO.
Este escrito lo presenté en un concurso que trataba sobre la flor del almendro en la localidad de La Fregeneda (Salamanca)
LA ALQUIMIA DEL ALMENDRO
Madres hijas, hijas madres. Cada cual con su m isión. Están en tantos manjares, además del buen turrón.
En un estuche tan duro, nacida de tierna flor, que hasta parece mentira la pepita y su coraza, estación por estación, desde el invierno al otoño, la primavera de amor se adelanta en el almendro la tierna y bonita flor.
Y tiene un camino corto su rosa y blanco al verdor, que se inflama en el verano presa en oro se quedó en tres capas va su dulzura o amargor. Al morir en primavera suaves pétalos de flor se endureciera el estuche que lleva su corazón
El milagro de la vida, vida que sigue después para lucier en las mesas de tantas fiestas por ser, reina de los buenos postres y acompañante también de tantas ricas viandas creadas para el placer.
Saliendo de pobres tierras donde quiso el Duero ser la aorta que da la vida y espejo que en este Edén toma el aroma y lo lleva a morir al mar con él.
Camino del Universo mar de Porto ha de saber que en las flores del almendro se ve nuestro renacer, pues del grano que se entierra viene más vida después.
La dureza del estuche se abre para volver a dar vida en otro ser de seres que dan belleza y dulce alimento es, el árbol del paraíso de Las Arribes del Duero es dulzura de su miel.
Toda vestida de blanco La Fregeneda se ve. Y su entorno cada año con ese perfume fiel que deleita cada paso de los que pueden oler antes qeu la flor se cierre en su trabajo de ser dura para guardar a la que tiene el poder. Los poderes de estos campos que han usado su saber para dar mucha energía, movimiento y cambio fiel.
Es la vida más completa que en una almendra también, sintiendo la vida plena, en dura tierra de bien.
¡Que la alegría de vivir en las flores del almendro tenemos que comprender! Y preguntarle el secreto del lenguaje de sus noches, con el viento y con la calma, con la lluvia y las estrellas, con las nubes y el rocío y sus charlas entre ellas. ¿Quién sabe que sentirán llegando el amanecer y tantos ojos las miran con miradas de placer?
¡Sólo al morir en la tierra sale libre de prisión como el agua de la fuente como mañana de Sol!
De la nada viene al todo, todo lo que el hombre tiene. Poder que le da el saber que de la pobreza sale el valor de nuestro ser.
Para la salud la flor, que con mirarla se siente y para sanar también la almendra es comida siempre.
Lugar de gran energía, ¿quién te descubrió primero, la Naturaleza misma o los hombres que te vieron fiel a los cuatro elementos?
GAIA
LA ALQUIMIA DEL ALMENDRO
Madres hijas, hijas madres. Cada cual con su m isión. Están en tantos manjares, además del buen turrón.
En un estuche tan duro, nacida de tierna flor, que hasta parece mentira la pepita y su coraza, estación por estación, desde el invierno al otoño, la primavera de amor se adelanta en el almendro la tierna y bonita flor.
Y tiene un camino corto su rosa y blanco al verdor, que se inflama en el verano presa en oro se quedó en tres capas va su dulzura o amargor. Al morir en primavera suaves pétalos de flor se endureciera el estuche que lleva su corazón
El milagro de la vida, vida que sigue después para lucier en las mesas de tantas fiestas por ser, reina de los buenos postres y acompañante también de tantas ricas viandas creadas para el placer.
Saliendo de pobres tierras donde quiso el Duero ser la aorta que da la vida y espejo que en este Edén toma el aroma y lo lleva a morir al mar con él.
Camino del Universo mar de Porto ha de saber que en las flores del almendro se ve nuestro renacer, pues del grano que se entierra viene más vida después.
La dureza del estuche se abre para volver a dar vida en otro ser de seres que dan belleza y dulce alimento es, el árbol del paraíso de Las Arribes del Duero es dulzura de su miel.
Toda vestida de blanco La Fregeneda se ve. Y su entorno cada año con ese perfume fiel que deleita cada paso de los que pueden oler antes qeu la flor se cierre en su trabajo de ser dura para guardar a la que tiene el poder. Los poderes de estos campos que han usado su saber para dar mucha energía, movimiento y cambio fiel.
Es la vida más completa que en una almendra también, sintiendo la vida plena, en dura tierra de bien.
¡Que la alegría de vivir en las flores del almendro tenemos que comprender! Y preguntarle el secreto del lenguaje de sus noches, con el viento y con la calma, con la lluvia y las estrellas, con las nubes y el rocío y sus charlas entre ellas. ¿Quién sabe que sentirán llegando el amanecer y tantos ojos las miran con miradas de placer?
¡Sólo al morir en la tierra sale libre de prisión como el agua de la fuente como mañana de Sol!
De la nada viene al todo, todo lo que el hombre tiene. Poder que le da el saber que de la pobreza sale el valor de nuestro ser.
Para la salud la flor, que con mirarla se siente y para sanar también la almendra es comida siempre.
Lugar de gran energía, ¿quién te descubrió primero, la Naturaleza misma o los hombres que te vieron fiel a los cuatro elementos?
GAIA
martes, 13 de abril de 2010
HAMBRE DE JUSTICIA
Manchadas las manos desde niños.
Las caras, los pies y los arapos.
Descalzos recorriendo los caminos.
Sobreviviendo, temiendo manos limpias.
Así emigrantes, peregrinos, trabajaron.
Sirvieron a señores no elegidos,
a veces confundidos como esclavos.
Pero libres sus conciencias sanas.
Que su esperanza cada noche limpia
el odio de los malvados.
Como las flores y los frutos manos limpias
de la tierra y del estiércol que los nutre.
A ensuciarse las manos al trabajo
van los pobres que rezan por justicia.
Han sido y siguen siendo las manos que trabajan
las que mantienen limpias las moradas.
Sufriendo las crisis son los pobres
los que avivan el ingenio y sobreviven
que sabiendo que son vicios ajenos.
Pagando y callando, obedeciendo.
Si quieren saber quien los provoca,
que le pregunten a los "fantasmas" del castillo.
El castillo del "Buen Amor" sabe de crisis
y de fantasmas sin prisión.
¡Seguir rezando por justicia
con la fe inquebrantable del amor!
¡Que los niños esclavos se liberan
y olvidarán los cantares de prisión!
Las caras, los pies y los arapos.
Descalzos recorriendo los caminos.
Sobreviviendo, temiendo manos limpias.
Así emigrantes, peregrinos, trabajaron.
Sirvieron a señores no elegidos,
a veces confundidos como esclavos.
Pero libres sus conciencias sanas.
Que su esperanza cada noche limpia
el odio de los malvados.
Como las flores y los frutos manos limpias
de la tierra y del estiércol que los nutre.
A ensuciarse las manos al trabajo
van los pobres que rezan por justicia.
Han sido y siguen siendo las manos que trabajan
las que mantienen limpias las moradas.
Sufriendo las crisis son los pobres
los que avivan el ingenio y sobreviven
que sabiendo que son vicios ajenos.
Pagando y callando, obedeciendo.
Si quieren saber quien los provoca,
que le pregunten a los "fantasmas" del castillo.
El castillo del "Buen Amor" sabe de crisis
y de fantasmas sin prisión.
¡Seguir rezando por justicia
con la fe inquebrantable del amor!
¡Que los niños esclavos se liberan
y olvidarán los cantares de prisión!
TIÑENDO EL BLANCO
En edad temprana me agobió,
y aumentó el agobio con los años.
Eran los deberes demasiados.
Ausentes los haberes me limaban.
Hasta que llegó la forma de ignorar.
Comprendí la manera de buscar,
que no la de encontrar o poseer.
Y pasé de huir de los deberes,
a querer hacer antes de irme.
Sentir que mi sitio es
haciendo las estancias llevaderas.
Sentirme motivada sin motivo.
Buscador, guerrero y otros arquetipos.
Me recorren según las circunstancias,
con mayor o menor fuerza.
Todos están en diferentes potencias.
¿Potencias de mi ser profundo?
Aflora cada cual en su momento
y aumentó el agobio con los años.
Eran los deberes demasiados.
Ausentes los haberes me limaban.
Hasta que llegó la forma de ignorar.
Comprendí la manera de buscar,
que no la de encontrar o poseer.
Y pasé de huir de los deberes,
a querer hacer antes de irme.
Sentir que mi sitio es
haciendo las estancias llevaderas.
Sentirme motivada sin motivo.
Buscador, guerrero y otros arquetipos.
Me recorren según las circunstancias,
con mayor o menor fuerza.
Todos están en diferentes potencias.
¿Potencias de mi ser profundo?
Aflora cada cual en su momento
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