Según algunos sanadores, el subconsciente es el lugar donde se almacenan las creencias y las experiencias del pasado y, por ello, los pensamientos subconscientes deben ser rescatados al igual que los conscientes. La palabra viviente de la verdad, recibida en la conciencia, empieza su obra vivificadora y de claridad, llevando a la luz muchas de las cosas que permanecían ocultas en el subconsciente. Todas estas cosas deben ser rescatadas, consideradas y reorganizadas.
Por eso yo entiendo ahora lo fácil que me ha sido, ver la infancia de las personas mayores cuando se van acercando unas antes y otras después al cierre del círculo vital.
Si me ha sido fácil, creo que más que mi afán por investigar cuanto me rodea, ha sido el gran sufrimiento que produce la incomprensión de lo oculto, a lo largo de la vida.
Ahora desde la curva del cierre del propio círculo, que por edad me toca, veo más los ajenos que el propio.
quizá no he llegado a él todavía, o quizá al ver los ajenos, destruya el propio.
Sea como fuere, me alegro de ver, aunque en el infinito mundo de la verdad haya que conformarse con lo poquito que a cada paso descubrimos.
A veces sentimos que no tenemos lugar donde poder estar, y es entonces cuando hay que avivar el ingenio para que nuestro estado de conciencia se eleve, nos acaricie en la verdad de lo intangible del amor que nos protege.
No hay comentarios:
Publicar un comentario