En el arte de vivir todos participamos, por el hecho de nacer, si podemos desarrollarnos. Ahí es donde comienza el arte si antes no ha sido alterado, que pocas veces ocurre. Que el ingenio no es barato, nace con la aflicción.
La vida es, movimiento y cambio. Y de existencias finitas en la gloria que soñamos, el arte escribe la historia, y en su comprensión estamos.
Creemos en la vida, la vida no es fracaso, pues cuando se fracasa, se fracasa por algo.
La vida es universal, y cuando así la sentimos, no hay fracaso que nos pueda perturbar, éste refuerza el valor ante la adversidad, diluyendo el egoísmo, el odio y el temor ante la enfermedad.
La vida es espíritu, inteligencia, fuerza divina....
Cuando el ser humano conecta con esa fuerza divina a través de los pensamientos, las palabras sinceras y sus actos, vive en el amor supremo. La vida es lo más grande.
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