En LA JUNGLA DE LOS LISTOS, de Miguel Angel Revilla. La página 146.
Recuerdo que 1986 me presenté en Bruselas acompañado por un periodista de El Diario Montañés para protestar contra la firma de compromisos que iba a suscribir el entonces ministro de Asuntos Exteriores, el señor Fernando Morán.
Aquella firma consumó la defunción de la ganadería de leche en España, con un gran daño a Cantabria. Fue una concesión escandalosa a Francia.
España se vio obligada a no producir más de cinco millones de toneladas de leche cuando consumimos doce millones. A Cantabria se le impuso como tope el 10% de esos cinco millones. Como consecuencia, en mi tierra, donde en 1986 había veinte mil ganaderos de leche, la cifra no llega hoy a los dos mil productores.
Otro sector muy castigado fue el de la construcción naval, con una gran incidencia en la localidad cántabra de Astillero. La construcción naval, donde trabajan quinientos operarios, se convirtió en un taller para pintar buques que apenas ocupa a cincuenta personas de subcontratas.
Llevo años denunciando los errores de la construcción europea. Ha sido como levantar una casa empezando por el tejado. Es una Unión Europea de los mercado y los especuladores, no de los ciudadanos.
Cuando hago un golpe de uña el libro siempre me responde lo que sin esperar me conviene. Parece que en lugar de buscar yo la página, es la página quien me busca.
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