Busco auxilio en su poder.
Y su calor me protege.
Me libera de enemigos,
con sus dones influyentes.
En toda su inmensidad,
brilla el amor por los siglos.
Lo visible y lo invisible.
En él no hay nadad perdido.
Es un placer el tenerle.
Para tenerle, buscarle.
Y el hallarle es poco apoco,
necesario como el aire.
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