Necesitan la sangre de los inocentes.
Los que buscan lo que no han de encontrar.
La felicidad verdadera
no la tiene un corazón sin paz.
Sangre, lágrimas y hambre,
por muy lejanas que estén,
no dejan inmune a nadie.
Nadie tiene ese poder.
Ni en chabolas, ni en palacios,
ni en campos de refugiados.
No hay en el mundo lugar
donde el villano halle descanso.
Está la Tierra pariendo.
Y puede morir de parto,
si no dejan de azotarla,
el parto será un fracaso.
Si no hay aire
no habrá vida.
Y sin la Tierra tampoco.
Soledad en la partida.
Infelices los que hieren,
sin que se manchen sus manos.
Que son sus obras malditas
que los tienen condenados.
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