viernes, 17 de marzo de 2017

PENITA DE CHARRADA

"Qué penita pasa un perro cuando le cortan el rabo, la misma que paso yo cuando busco y no te hallo".
Esta charrada que se cantaba en Alberguería de Argañán a principios del siglo pasado, vuelve ahora de los archivos de la memoria, con el rife rafe del congreso, por si se debe o no, cortar por estética rabo y orejas a los perros. Poner como escusa la estética para mutilar, no sé si no es peor que el hecho en sí mismo, que ya es bastante triste.
Yo, que me he criado en el campo, en la miseria de la dictadura, no estoy libre de culpa del maltrato animal. Pues el régimen de estandartes y palios, ya se encargaba más  que inducir, obligar al maltrato, no solo animal, sino de nosotros mismos. Pero hoy en plena revolución tecnológica, que se maltrate tanto personas como animales, sin razón y sin lógica, y además digan que por estética a unos, y por defensa se mate y torture a semejantes, es demencial.
Ya bastante triste es, ver a los caballos con su cola y crines cortadas, por no sé qué gustos de sus dueños.
Mi gato cumple hoy once años, y cuando tenía uno, fue torturado de mala manera en una huida hacia la libertad. Y volvió a serlo más de una vez por la misma causa. Me costó mucho estabilizarlo, pero es un ser muy importante en nuestras vidas. 
Si discutimos, maulla enfadado. 
¡Cómo agradece cuando le curo sus heridas, aunque le haga daño!
¡Qué contentos van a estar los perros con su natural belleza!
Al fin todos saldremos ganando.

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