martes, 4 de abril de 2017

DÉCIMO MANDAMIENTO DE LA LEY

En éste culminan todos los mandamientos. Amar y amarnos. Y así conseguimos conectar con lo más elevado de nuestro ser y de los otros, en la unidad creadora que protege a toda la humanidad, esperando de nosotros la unidad que fue alterada en el principio por el pensamiento negativo del hombre, que abusando del poder  que recibe, se considera creador creador, en lugar de creado, y siendo parte, se cree todo, y creyendo que puede apropiarse de la obra que no le corresponde, da consentimiento a los pensamientos y deseos impuros.
Sin comida y sin bebida, se deja morir, se roba, se engaña, se abusa de inocentes. No se respeta a los orígenes. Al humilde se deja sin ocio y sin descanso, y se maldice al creador por no evitarlo.
Y en su nombre las guerras entre hermanos.

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