Arreglando calles en los despoblados,
para que los viejos caminen peor.
Subirán los tacones a las manos,
y los fríos de invierno congelarán los pies.
¿Para que pobladores vendrán los empedrados
donde no se ve la forma de emprender,
donde se venden inmuebles a montones
por no poderlos atender?
Donde la quinoa es la mala hierba.
El sésamo, la amapola y verdolaga,
el cardo mariano, la chía y otros tantos,
con el paso de los siglos despreciados.
Desaparecieron viñas, cereales y tejares.
Los hornos de cal, ferias y mercados.
Y nada parece reemplazar
a los sueños de los antepasados.
Algún día se descubrirán
los misterios de estos empedrados,
cuando los nuevos inquilinos
sean los putos amos y sus esclavos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario