Las penas se van,
como se va la alegría.
Solo el amor permanece.
Y da la paz a la vida.
Que nacemos por dos cuerpos,
sin memoria y sin saber.
Para aprender hay un tiempo.
Sin ser suficiente una vez.
Porque pocos mueren sabios,
sin tener nada que hacer.
¿Y quien sabe si morimos
para volver a nacer?
Que ignoramos el destino,
y el camino a recorrer.
Pero aprendemos viviendo,
Que tenemos que volver.
Volverá el alma a otro estado,
Más cerca de la verdad.
La que aquí andamos buscando
y no podemos encontrar.
Sin conocer el principio
no sabemos el final.
Al confiar en la naturaleza,
en la esencia está la paz.
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