Con el móvil en la mano,
a donde quiera que vas.
Los niños que están muriendo,
tú no los vas a pagar.
Y nos creemos capaces
de prejuzgar y juzgar.
Y llenamos de palabras,
Mensajes sin decir na.
Y yo como pecadora,
tengo que pedir perdón.
Sigo siendo reincidente.
Confieso mi sin razón.
Mis plegarias por los niños.
Con el móvil en la mano.
El dolor de contrición,
no exime de ser tirano.
Poco puede remediar,
el confesar mi pecado,
si no mermo cada día
el uso de lo liviano.
Niños que vais con el móvil,
u otro artilugio jugando,
acordaros de otros niños
que mueren porque vivamos.
Sin quererlo le ha tocado,
sostener nuestros caprichos.
Lo menos que se merecen,
considerarles amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario