¡Ai Europa, Europa!
Camino de tu exilio
a lomos del toro reluciente,
en tu cómoda posición
has traicionado a tu gente.
Sin saber por donde andabas,
bien dormida en los laureles.
Camino del precipicio,
lo que quieres ya no puedes.
Al síndrome de estocolmo,
olvídate de tu gente.
Que ya no tienes arreglo.
Fuiste la incauta inocente
confiando en indecentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario