El negocio de la enfermedad,
el presente del futuro.
Crece fuerte la cizaña
que tiene invadido el mundo.
Al mundo le duele el alma
y no hay droga que le calme,
porque las drogas no calman
los dolores de la madre.
Dentalladas del amor
de los amores de madres,
que la Tierra está llorando
por guerra, mentira hambre.
Te regalan los remedios.
Ya vendrá la enfermedad
para que puedas usarlos
y volverás a por más.
No hizo falta pensar mucho, para subir el precio del dinero. ¡Qué ironía! ¡qué descalabro! ¿Ahora qué? Ha bajado el precio del dinero, pero no nos hemos enterado.
De la subida sí, una y otra vez ¡...Y de qué manera! Para subirlo, la palabreja T. A. E. para bajarlo no vale la sigla, que el dinero está vendido ¡El tato hecho y firmado ante notario!
...Y todavía resiste el sistema. Roto, pero cosido o remendado ha de servir hasta que el agujero se convierta en socabón.
Y los tópicos siguen ahí ¡("Los peces gordos se comen a los chicos") Y los chicos que son mucho más, en lugar de intentar de intentar otras formas mejores para todos.
Sumergidos en grandes lagunas,
sin aprender a nadar.
Bordeamos las orillas
sin tiempo de soñar.
invadimos nuestro mundo sin pensar en la verdad que nos allana el camino aun si saber donde está.
Poderes de cartón, consiguiendo sin más, sentados en el carro, que tiren los demás.
Por exceso o por carencia, revueltos nada más, que juntos nunca estamos si no es por algún mal.
¿El dinero se ha ido de vacaciones? ¿Se lo han comido los peces gordos? ¿O se ha ido en busca de la verdad?
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