A golpe de uña hoy le ha tocado a CABALLO DE TROYA 3.
Tengo que confesar, que Caballo de Troya 1, cuando salió a la venta, hace ya años,no sé si no me enganchó lo suficiente, o no sé por que extraña razón, no seguí y no he leído este libro que hoy he abierto en su tomo 3, página 200-201. Y lo único que puedo comentar de él es que hay algo que no ha cambiado en la humanidad desde el principio de los tiempos. El hombre se siente orgulloso de lo que posee, da más importacia al aspecto tener que al ser. Quizá al conseguir los bienes, se olvida de que todo cuanto posee es prestado,inclusive su existencia.
Paso a escribir el texto de estas páginas, para el que lo entienda.
_Con casi diez mil años de existencua_ depertaba al nuevo día, bañada en cal, tortuosa, con sus casas cúbicas apiñadas en el interior de unamuralla de 50 pies de altura, ocre y grana, ante el sol naciente. Ocupaba una planicie ovalada de casi diez estadios de diámetro mayor, serena y magistralmente asentada entre cerros escalonados, que, como describía Estrabón, semejaban las gradas de un ciclópeo anfiteatro. Al suroeste, un profundo wadi, la célebre torrentera de Oelt, igualmente frondoso y escoltado por negros y vigilantes cipreses (quizá de la misma especie que los empleados por Salomón para cubrir el piso del templo), constituía el camino natural hacia Jerusalén. A ambos lados del citado wadi, a un Kilómetro escaso de las puertas de la ciudad, se levantaba un deslumbrante edificio, con terrazas enlosadas, fuentes, jardines y un complejo laberinto de altas columnas blancas y rojas. Sin dudad se trataba del lujoso palacio de invierno de Herodes el Grande, con sus salas de baños, sus caldariun (habitaciones "calientes"), tepidaria (estancias "templadas"), salones de recepciones, caballerizas y una piscina de aguas verdosas de casi 30 metros de longitud.
La obsevación, necesariamente exigua y apresurada, no nos permitió captar demasiados detalles. A unos 250 metros al oeste de esta doble y airosa mole de mármol blanco se erguía otro palacete, sensiblemente menor, que según nuestras informaciones, podía constituír la vieja residencia hasmonea. Y en la "boca" del wadi, empinada sobre un cerro, la torre-fortaleza de Herodes, el "criado edomita", en honor a su madre y como baluarte para proteger la ruta hacia Jerusalén. A diferencia de lo que sucede en pleno siglo XX, en aquel tiempo (año 30) el oasis había conquistado buena parte de las estribaciones del desierto de Judá. La ciudad del valle inferior del Jordán, a mil metros por debajo de las colinas que rodean Jerusalén, podía sentirse orgullosa. El verde y próspero "océano" vegetal sobre el que se asentaba atraía a cientos de comerciantes ricos propietarios de la Judea que, al igual que el rey Herodes, se mostraban orgullosas de poseer una finca de recreo en el suave e inalterable clima del oasis.
_...Prevenidos_ anunció Eliseo, atento a ls lecturas del computador_. Punto J2 en pantalla.
Sobre la vertical del río Jordán_ en el cruce con wadi Nimri_, "Santa Claus" modificó el radial, pasado a 330.
_Roger. Verifica pegeons,
_Roger... Driva correcta. Volando en rumbo previsto: noroeste y manteniendo nivel 37.
_¿Tiempo estimado a punto S?
_Leo 11 minutos y 6 segundos.
_OK. Repite pegeons...
_42 y 330. _Nos encontrábamos a 42 millas del punto S.
¿Cómo vamos de WX?
Revisé el "ceilómetro". Los datos no me gustaron.
_El frente tormentoso (línea de turbonada) sigue avanzando. Leo Base media por debajo de 2500 pies. El láser barre un amplio frente, al norte, con lóbulos frontales a 72 millas...
_Entendí 72...
_OK. Justo en la costa norte del lago. Viento en base de los Cb... 360 y 25 (3).
_¡Dios mío!...
Observé a Eliseo de soslayo. Ambos sabíamos lo que podía representar el encuentro sobre el mar de Tiberíades con aquellas nubes de desarrollo vertical y con vientos de 50 nudos. Pero, sin máscomentarios, obviamos el inquietante problema. Aún retaban bastantes minutos para la temida reunión con el murallón de cumulonimbus.
_...Roger, Jasón. Tomaremos decisión en punto S.
La idea me pareció de lo más prudente. El módulo_permanentemente apantallado por la radiación IR_ sedeslizaba veloz, a 1800 pies por minuto, en un teórico sobrevuelo del Jordán.
Aqí dejo para ingenieros que lo entiendan, este grano de arena del desierto, que pienso comenzar a leer hoy mismo, por el principio, para perdonarme más de veinte años de preza e ignorancia.
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