domingo, 28 de agosto de 2011

PALABRAS SIN LLUVIA

Para la agonía del hambre y la sed,
las palabras carecen de sentido.
Como flores sedientas ven la tierra
al doblar el cuerpo en el vacío.
Abismo que absorbe la ceniza
que un ángel a regar no ha venido,
y el polvo vuela hacia su sitio
a esperar la lluvia que se ha ido.

La lluvia que limpia las esquinas
de secretos que ofenden a los niños.
La misma que da vida a las flores
y a los árboles que esconden tantos nidos,
es aquella que su ausencia nos maltrata
sin preguntar de amores lejanos,
para entender que se puede marchar
con la misma fuerza que ha venido.

Y serán otros los que gocen privilegios.
Donde el sol decida, yo le sigo,
lo mismo que a mí me seguirán mis hijos
quiero saber quienes son los servidos
Soy la madre que que reparte la fuerza,
puedo regar los campos oprimidos
y cambiar el rumbo de las cosas
y poner el hambre en otro sitio


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