sábado, 22 de marzo de 2014

LA PENA

No espera no, no espera,
caminando hacia el fracaso
de un abismo sin retorno.
Destino oculto que te espera
que creíste controlar en la fuerza.
Que no supiste ver,
que la claridad fue a parar
a quien no la entendió como tal.
Hizo de ella la oscuridad
de tu final sin recompensa,
y ahora que ves quien te robó la fuerza
y la estabilidad que ahonda tu pena,
y te sigue confundiendo
donde el pasar no espera,
y no puedes volver atrás
para rectificar que...
el destino te ha enjaulado ya,
y no te permite claridad.
La tortura de tu mente y de tu alma
es la luz que te ciega,
y tu pasar no espera.
Transigente y paciente,
herida de muerte te revelas.
Sufren los que te aman,
los que intuyen y los que ignoran.
Quien ve no puede,
quien puede no ve,
y quien puede y ve no quiere.
Y ya no hay espera.
Esa fe ciega convertida en pena.

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