Lo más barato es el hambre
que compran los malhechores.
Hambrientos desesperados serán
el terror de los señores.
Al fin la pagamos todos,
más cara que el azafrán.
Y sobre todo los niños
que en el terror crecerán.
Urge erradicar el hambre.
El hambre de aquí y de allá.
Y poner fin a esta guerra
que solo es hambre y crueldad.
Acuerdos y concertinas son,
bombas de relojería
que a punto están de estallar
los planes de la injusticia.
Fuera de plan y de ley
¿Quien ignora tu poder?
puedes más que su crueldad.
Veneno de su comer.
Los mercaderes del hambre,
para anular voluntad,
van ofreciendo comida
y faltan a la verdad.
Que la verdad de esta tierra,
escrita en el aire va,
Hasta el Sol que nos alumbra
y que nadie va a engañar.
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