En la página 132, que me ha salido a golpe de uña, en el libro de el Gran Wyoming "No estamos Locos", entre otras cosas dice: ¿cuando van a dejar los distintos gobernadores del Banco de España, de repetir doctrina política, siempre en el mismo sentido, y se van a dedicar a poner orden en este <
> en el que se ha convertido el sistema financiero de este país, donde Bankia puede presentar unas cuentas con saldo positivo y terminar necesitando unas ayudas de 23.500 millones de euros sin que salten las alarmas? ¿Nadie les va a pedir cuentas?¿Nadie va a asumir responsabilidades? ¿Para qué les pagamos? ¿Se les va a exigir productividad?
Pues eso, estos que llaman, con toda la razón del mundo, liberales en economía, tiran hacia arriba y por extensión se hacen llamar liberales en general, dejando a los otros, los que son liberales de verdad, los amantes de la libertad, fuera de juego.La libertad
number one de España es Esperanza Aguirre, que repite tal condición cada vez que abre la boca. Cuando uno cree que es liberal, no necesita decirlo, ya lo demuestra con hechos. Ella tiene que ayudarse constantemente de la muletilla para convencer a los demás. Como dijo nuestro señor: <
> ¡Vaya tropa!
El pueblo unido
Rematando el tema de los símbolos, este autor se quedó de piedra un día que coincidió con una manifestación de liberales, neoliberales, neocons, conservadores, de centro, de derechas, que en todos esos apelativos se reconocen, que gritaban a coro: <
> Esa consigna por la que en mis tiempos mozos uno podía ir a la cárcel, también se la habían apropiado. No había dejado nada para el recuerdo. Cualquier símbolo de lucha por la libertad de otro tiempo, había quedado desposeído de sentido. Se habían quedado con todo. Por eso, muchos jóvenes que provienen de ese mundo que ellos llaman apolítico, afirman que no existe la derecha ni la izquierda, que son términos obsoletos que no van a ninguna parte.
Yo solo puedo decir después de leer a Wyoming ¿cómo unimos al pueblo?
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