jueves, 14 de julio de 2016

SE ABREN LAS PUERTAS

Se abren las puertas del verano
y se rompe el silencio.
Recojo la avena, trigo y centeno,
que sembré en otoño, en menos de un metro.

No hay que descuidarse, si el grano está seco,
que vienen pajarillos, dueños del huerto.
Para sus festines, árboles y zarzas,
hierbas y semillas, y lo que yo siembro.

Veo el desperdicio de tanta riqueza.
En el color del verano mueren las plantas.
Y en otros lugares el hambre y las penas.
Aquí el despoblado cada invierno aumenta.

Se abren las puertas del verano,
que desde otoño están cerradas.
Se animan los pueblos con sus gentes.
Vuelven las familias renovadas.

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