Lo que la Ley Divina ampara,
en la dictadura era delito.
Y seguía siéndolo después
de demostrarse sin alivio
que lo que la naturaleza sabe
y lo estudian los expertos,
no hay septa que lo detenga,
y lo cambie en un suplicio.
Que no se puede sanar
lo que no es enfermedad
porque sano está.
Y nadie en su sano juicio
vuelve a intentar ahora
que deje de ser lo que ha sido,
lo demostrado hace siglos.
La verdad es un camino,
que nadie puede describir.
Que en su soledad el ser,
lo comienza en su sentir.
Y en el arte de vivir
está el saber aprender,
sin pereza y con amor,
confiar en el poder.
La fuerza de la verdad
desde el corazón al Sol
un cordón umbilical
en invisible fusión,
verdadera fuerza es,
desde el corazón al Sol.
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