martes, 29 de marzo de 2022

DE JESUITA A NOVELISTA

Has venido a mi mente, Tierra brava. Bueno, ha venido la novela de Martín Vigil, de diferente manera que otras veces. Esta tierra brava que nunca se quita el estiercol de encima. Y es que esta novela que yo leí recien salida del horno, ha vuelto a mi mente con los fantasmas de la historia. Las cloacas de Salamanca, siempre atrayeron a depredadores, por mucha tinta gastada no hay forma de que se aprenda a salir de la ignorancia. Y hablando del autor, del que el único referente que me impulsa a recordarlo es, "Tierra brava", aunque también leí "Los curas comunistas" cuando el autor estaba en pleno auge. Tierra brava me dolió, cuando la leí estaba yo trabajando como empleada de hogar en San sebastian. Se me cayeron muchos mitos de Salamanca, aunqe ya había proabado y de qué manera su estupidez. Pero ni aún así podía yo imaginar lo que tendría que ver, oír y presentir en la que tiene fama de sabia por su frase: "El que quiera saber que vaya a Salamanca". O quizá la frase sea por lo que se aprende cuando poco o nada es lo que parece. Y por la Tierra Brava, al novelista que antes fue jesuita, y dejó aquello que ya no le servía para su evolución. Pedir que por ella, no se vuelva a repetir la misma historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario