miércoles, 25 de febrero de 2009

TODO TIENE ARREGLO

Foto obtenida de http://www.capserv.org

La impaciencia provoca desorden, nuestro espíritu puede calmar esta agitación.
El que se entrega y confía en la divinidad, en momentos cuando no sabe, o no puede solucionar lo que le aflige, siempre recibe lo que necesita.
Todo lo que aflige, se opone a la salud, ataca la parte más débil de nuestro cuerpo y es a la fuerza del espíritu la que debemos recurrir como base de sanación, mientras buscamos la ayuda material, tanto para nuestro cuerpo como para nuestros asuntos.
Cinco minutos para dar gracias a Dios por la salud que vamos a recibir, aspirando por la nariz lentamente, el aire que limpia nuestro cuerpo, y expirando también por ella todas las impurezas, creyendo en la justicia, puede ser el comienzo de un conocimiento que nos va a servir para una vida mejor.

2 comentarios:

  1. Acertado remedio, buen consejo, lleno de sabiduría y buen hacer. La impaciencia nos lleva a la desazón, a la inquietud excesiva, a la tensión y al desastre. Gracias por el consejo

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  2. Gracias por la sugerencia, la tendré presente en "ciertos momentos"

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