El 14 de Marzo de 1966, voló como mariposa la que fuera niña pintora. La que fue tocada por todas las áreas del arte y la sabiduría. Obdulia Primera, aunque fuera segunda o tercera, cuarta en la cadena de los hijos.
En el cincuenta aniversario de su muerte, recordando la frase: "por sus obras los conoceréis. Son sus obras las que la hacen inmortal. Sus obras, su amigo Dámaso, y tantos otros que la admiran.
No necesitó una existencia larga.
Una existencia comprimida, exigencias de un destino en una inmensidad infinita.
Fue tocada por una gracia especial de donde está lo permanente.
La alegría con los suyos fue fugaz. Lo intentó todo por permanecer, pero su lugar era para brillar como esas luces que ciegan y mejor estar en lo alto como están las estrellas.
desde la altura contemplas el discurrir de tus cuadros, que hemos pagado a Hacienda como si fueran Picasos. Los dos que encontré entre las ropas de un armario. Que tú ya fuiste pintora antes de ir a los Montalvos, donde llegaste muy tarde y a tiempo de pintar para alegrarles la vida a aquellos que te admiraron.
Entre los lindos paisajes que metí en humildes marcos, abecedario bordado que muy poquitas puntadas esperaron cuarenta años, y había venido a parar a los despojos de quemar, debajo de aquel butrón que un saco vacío de cemento me dio la información clara que existió. No tardé en encontrar el saco de papel metido en la pared de 60 centímetros, como encontré el abecedario bordado entre los papeles de quemar.
Cara he pagado la información que llega lenta y tardía para estar en el camino de la verdad y la comprensión de los acontecimientos de la forma más calmada posible.
Desde que tengo conocimiento de tu existencia, he experimentado tu intervención y apoyo.
Si lo que es arriba es abajo, bastando la fusión de ambos para que se produzca el milagro. ¿Qué es milagro? Por mi, ya hay varios, ninguno solicitado. En la urgencia, espontaneos.
Quiso el destino librarte de un tiempo largo en el mundo, de los cambios de la vida, del astío y del absurdo.
En plena guerra viniste, y usaste bien tu guerrero, el que ganó las batallas, se fue contigo a los cielos. Y te llevaste tu arte, y aquí quedaron comienzos y finales de tu tiempo, quedando el interrogante de a donde hubieras llegado si se triplica tu tiempo.
Cincuenta años de cielo, gozando la paz real, medio siglo contemplando llevas ya.
¡GRACIAS POR TU BONDAD!
LAVANDO EN EL PRAO GRANDE
Lavando en el regato del prao grande,
sufrí por la ausencia de una joven.
Y recé seguro, por ella y por su gente,
sin conocer los secretos de la muerte,
que borra el tiempo y el espacio.
Aquel sufrir por no sabes quien,
en unos años me trajo hasta el lugar
de cuyo nombre no quisiera acordarme.
Hoy en el año de dos mil dieciseis,
cuando se cumple medio siglo
de tu ascenso a otras esferas, Duli primera,
hago un repaso de todo lo vivido.
¿Cuantas veces te pedí ayuda?
¿Pero es que acaso no fuiste tú quien me trajo?
¿Es que no fuiste tú la autora de tanto milagro?
¿Por qué me cautivaste, si no te conocía?
¡Qué caprichos tiene el destino!
Tu voluntad y mi voluntad será su voluntad.
Cincuenta años dirigiendo por caminos tortuosos.
Quisiste que tu trabajo fuera para los más necesitados.
Que la vida nuestra sea para tu legado
y llegue la paz que soñaste en el pasado.
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