Cooperativismo y política, dijo el anarquista.
El campo no necesita para organizarse, al capitalismo. Necesita, cabeza para organizar, y manos para trabajar.
Se oye con frecuencia: el campo no da nada. ¿Cómo va a dar el campo, si no se trabaja?. El tiempo de la ganadería extensiva, ya pasó. Ahora tocan nuevas políticas, que establezcan un nuevo orden en el campo.
La ganadería extensiva ha sido un derroche, y ahora ya no es ni eso.
Empeñados en conseguir trabajo en las ciudades, se deja que el campo siga baldío. Sin el campo no vamos a poder combatir el hambre que ya vino, que ya no es que el hambre viene. Que ya está aquí. Y la tierra sin cultivar. Y si hay que educar para el cooperativismo, pues habrá que educar. Teniéndolo todo, que desgraciaditos, nos arrodillamos, suplicando un trabajo, habiendo tanto que hacer en el campo.
El mundo que viene, quiere paz y calma, y no grandes empresas compitiendo como bárbaros, que cooperando se vive como buenos cristianos. En la diversidad el equilibrio que buscamos, que la tierra es agradecida cuando la trabajamos.
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